Es esencial ver el juego como un medio para divertirse, sin tratarlo como una manera de ganar dinero. En caso de sufrir una pérdida, no se debe intentar recuperar lo perdido de inmediato.
El juego depende del azar, y hay que recordar la importancia de la moderación. Antes de empezar, es recomendable fijar un presupuesto y jugar solo con el dinero que se está dispuesto a perder.
Es fundamental llevar un control detallado del tiempo y dinero que dedicas al juego.